jueves, 29 de noviembre de 2012

Cartas de un amor perdido


Srta:
La espalda me pesa, es tan grande este amor y tan difícil de cargar, quisiera se pusiera Ud en mis zapatos y mire con mis ojos. 

Todos mis pasos se dirigen hacia la estela que deja su perfume, hasta el perfume que deja su sombra, hacia los ecos en el aire que dejó su voz.

Cuando la veo me convierto en estatua y el cemento de mi piel golpea las inclemencias del tiempo, enfrenta las noches
de tormenta y los días deserticos...

Hace falta decir más? Quiere Ud, por las dudas, alguna prueba mas contundente?

Todo los días se me escapan, se desvanecen, se diluyen, mueren delante mío: sin su prescencia.

Estoy decidido a ahorcar las agujas del reloj si fuera necesario, para que dejen de recordarme el tiempo que pasa, y que pasé, sin su amor. Ya no admitiré que las flores se comparen con su belleza, ni dejaré que ninguna mujer se atreva a pasar por su lado con aire de grandezas... entiéndame, renuncio a todo por sus besos, ya no me importa mas nada, sólo amarla, hasta que la piel se le caiga a pedazos, hasta que en su corazón lata mi nombre eternamente

Sin más que este deseo ardiente, me despido..

Por siempre suyo...

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