sábado, 16 de octubre de 2010

En la mira...

No calculé bien y termine enamorado, 
eso me pasa por astuto, simplista y egocéntrico. 




Pero el problema ahora es mi orgullo, 
no acepto la derrota ni derrotado, 
entiendo que puedo resultar complicado 
y más si se trata de ejemplos, 
cuando surgen mis sentimientos autistas 
y los reprimo con drogas, 
la violencia que llevo dentro se nivela, 
pero trae  recuerdos 
y todo termina por involucrar emociones desmoralizantes. 


Apunté...


Quizás al cerrar un ojo perdí la mitad de toda la historia,
que ella no correspode mi naturalidad extrema 
y mis silencios desprotegidos, 
lo perverso de mi entrega 
y la proyección subterránea de las cuestiones absurdas del corazón.




Si hubiera dado en el blanco, 
aceptaría los matices que construyen la relación, 
las dificultades preorgásmicas 
y las raciones de compañerismo absoluto. 




Sin embargo soy conciente que del negro se puede aprender y sobrellevo las angustias, 
los por menores, 
enfrento los desafíos de conquista 
y las adversidades de la elección.




De cada emprendimiento se aprende algo, 
yo por lo menos ahora sé 






que tengo mala puntería.

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