eso me pasa por astuto, simplista y egocéntrico.
Pero el problema ahora es mi orgullo,
no acepto la derrota ni derrotado,
entiendo que puedo resultar complicado
y más si se trata de ejemplos,
cuando surgen mis sentimientos autistas
y los reprimo con drogas,
la violencia que llevo dentro se nivela,
pero trae recuerdos
y todo termina por involucrar emociones desmoralizantes.
Apunté...
Quizás al cerrar un ojo perdí la mitad de toda la historia,
que ella no correspode mi naturalidad extrema
y mis silencios desprotegidos,
lo perverso de mi entrega
y la proyección subterránea de las cuestiones absurdas del corazón.
Si hubiera dado en el blanco,
aceptaría los matices que construyen la relación,
las dificultades preorgásmicas
y las raciones de compañerismo absoluto.
Sin embargo soy conciente que del negro se puede aprender y sobrellevo las angustias,
los por menores,
enfrento los desafíos de conquista
y las adversidades de la elección.
De cada emprendimiento se aprende algo,
yo por lo menos ahora sé
que tengo mala puntería.
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