jueves, 31 de diciembre de 2009

Almante

No hay luz, en realidad no hay camino, nuestra historia es intransitable. Llena de distancias y muros demasiado alto. Sin huellas para seguir, ni señales que nos ayuden.

Un sendero de ida, sin orientación pero con un solo sentido, hacia el final. Sin punto cardinal, ni estrella que nos ubiquen.

¿Por qué estamos aquí?

Que sentido tiene avanzar, o detenerse a pensar en los trayectos recorridos, si seguimos hacia la nada, arriesgamos lo marchado, lo dejamos al presidio de la oscuridad.

Absortos, abrujulados, sin horizonte, ni estrella que nos anime. Sin filosofía que nos detenga.

Ciento de sinrazones que cargar, que nos hunde un poco más, pero perseguidos por la necesidad del otro, no aflojamos. Embargamos la vida y empeñamos todo por un solo instante juntos.

Arriesgando a cada pisada un poco de cada uno. Y solo así, encontramos claridad entre las sombras, y nos sentimos vivos.

Un futuro incierto. Mezcla de velocidad, barrancas y banquinas peligrosas. Sin freno alguno. Detenerse es absurdo, se entrecruzan tantos sentimientos y la polaridad explota con sólo escuchar su voz.

¿De eso se trata el amor?

Lo encuentro en tus ojos y en tu labios cada vez que quieres demostrarme y decirme cuanto crees que me amas…






31 de diciembre de 2009.-


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