martes, 18 de agosto de 2009

En vista…

Se imaginó sobre el trapecio, el vaivén de su cuerpo. Colgado y con la vista reconociendo las comisuras del suelo. Mientras miraba la ventana, su imaginación no le permitía actividad alguna.
Perplejo y austero, débilmente se entregaba a lo cotidiano, a lo permitido. Incluyó en su vuelo, cinco pelotas de colores recorriendo el aire, su vista imaginaria también, se trasladaba con cada una de ellas.
Ahora el vuelo de algún pájaro lo distrajo. O lo volvió a la realidad…
Siempre que podía volaba con las aves que pasaban a su lado; el aleteo de sus alas, siempre imperceptibles, lo llevaban lejos, muy lejos…
Aparcaba con la naturalidad de las aves zancudas, con la displicencia de pájaros silvestres ,las copas de cuanto árbol tenía cercana eran lugares conocidos por él. El barco de su mente bordeó las figuras dominantes, tanta gente muerta caminando por las calles.
Tantas cabezas cerradas, vacías, absortas de belleza y pureza vital. Una vez aterrizado, desplegó su cuerpo contra un circulo de madera.
Eran quince cuchillos y tan sólo catorce llegaron a destino final. El decimo quinto le abrió de par en par el pecho, saltaron sus partes por todos lados, la agonía fantasmal lo despertó. Una vez más estaba vivo…

18 de Agosto del 2009.-

Retráctil

Se quedó. Armando la biografía de sus recuerdos.
Perceptible en un intento de fuerza.
Nunca hubiese imaginado estar en un peor momento.
Disfrutando el dolor de los que juegan con la enfermedad de unos pocos.
Grave no era.
Tieso los músculos.
Grandioso el silencio.
Profano.
Casi sepulturero.
Ahora necesita estar con alguien.
Nadie.
Pulmones llenos de humo mortal.
Caudal de espacios vacios.
Nereida de colapsos terrestres.
Aunque hubiese querido esta muy lejos.
Se quedó…

17 de Agosto del 2009.-

Tablas!

Estaba muerto… y este era el final.
Sin demasiado pesares, levanto la vista y creyó verse a un nivel diferente del resto de las personas. El movimiento continuo de las palmas y el sonido ensordecedor de los aplausos, contagiaban su alma a la dulce espera de nuevos acontecimientos.
El calor de aquella Sala enfriaban sus deseos de abandonarla, después de un saludo poco amigable, después de una mirada a cada espectador, después de un abrir su alma al desconsuelo de lo que vendrá, esa realidad que lo sumerge dentro de miles de formas diferentes de muertes…allí la contempla sin demasiado tapujos.
Entonces, en un camarín de luces apagadas y sin fines de máscaras y de rostros farsantes, que no vienen a mostrarse sino todo lo contrario. Ahí, sentado y con la cabeza gacha, toda sudada. Tiritando de nervios antepasados, perfila media docena de pastillas para dormir.
¿Es el sueño importante? Lo es también la forma de soñarlo. Es tan importante el producto final como las peripecias que le suceden antes. Como la muerte, de aquel personaje, es tan necesario el veneno o el disparo para poder conseguirla.
Una vez más, la pregunta se le hace presente; ¿Estamos perdiendo el tiempo? De que sirve transmitir ilusiones si no creemos ser parte de la misma ilusión. No es trabajo. No es salario y moneda corriente. Es vida, sentimiento.
Apología de muertes, vidas… absurdas verdades.
17 de Agosto del 2009.-

sábado, 8 de agosto de 2009

Putrefacciones…


Si de escribir se trata, escribí: MIERDA…
Y a cada letra le escupí pensamientos muy míos
Defecar palabras es tan particular,
naturaleza a la intemperie de cuanta guillotina se presenta…
y adiós,
el olor de muertos que caminan,
se escuchan vomitar por los ojos…
Esgrima con dardos y espaldas llenas de pedidos colgando por atrás…
Y que importa si todo es MIERDA, ahora es tan común…
Eructos de verdades perdidas.



4 de Julio 2009

Sistema perfecto

Siete en punto, un chip interno electrocuta los sentidos que descansan. Instantáneamente mis ojos se abren y comienzo a reaccionar. Mis estímulos rutinarios, de vida robótica, levanta sin escrúpulos cada parte de mi cuerpo metálico y pesado. No tengo vida. Injertos de pasado movilizan, responden, rodeados de circuitos. Sirvo para servir, sin quejumbrosas inquietudes y desplomadas virtudes con necesidad de satisfacción. En las alturas de una marca registrada, acabo de romper las ligaduras de vientre aceitado con alquitrán. El apagado automático esta encendido y avanzo hacia esta vida sin programas predefinidos. Con la vista hacia adelante, sin pestañar, atento al producto de mis actos, para perfeccionarme, además.
Sensores depositan partículas de humanidad, reflejo de agonizantes recuerdos. Cada línea presente se mezcla con el código de barra que me distingue. La batería recargada de patadas me hacen reaccionar. La orbita de los sensores visuales descarrilan aceite en gotas. Las palabras responden a bits pre instalados. Las modificaciones, producto del Marketing, no me pertenecen. Después de la jornada, reciclo la estupidez de ser esclavo del tiempo. Antes de apagarme, me fijo que el Standby quede titilando, por si mañana quiera despertar.

4 de Julio 2009