jueves, 5 de marzo de 2009

Intrépidos

Voz propia, o del silencio
Que me parte la cabeza de pensar que ya no tengo mis pies,
Tostados, gastados, sucios,
Lavados los ojos de tanto mirar tu dulce piel.

¿Con pecas? ¡Muchas pecas!
Salpicadas en el hiperespacio de tu cuerpo…

Prensil difusión de las ideas que rebotan
por los costados de nuestros reflejos,
Ojos y miradas de la gente de mente impertinente que sufre el adiós.

Adiós al mundo y bienvenidos los surcos que recuerdan que existe el amor…
Amorosos lunares sonrientes que denuncian los picaflores,
Sobre los pétalos de una flor de ingenuidad.
Flor de ingenuidad la mía..
Cuando ríen de las memorias y las luces…
¿qué apagarán tus labios partidos de poder ?
ejercen tus piernas al caminar sobre el trampolín elástico y sentimental.
Sentimental-mente, círculos, curvas y líneas,
cuerpo y tu cuerpo de baile.
Vuelta de tuercas, circos amarillos y vacas estériles
Lamparines del aire que embebidos en el tiempo nos llevan despacio…

Muerte del mosquito que comió de mis venas llenas de colores.

¿Qué dificulta el traspaso del licor de dulce de leche?
Olvido.. no puedo vivir sin ti,
Lo olvido y sigo sin tenerte aplastada contra mi dulce de leche.

Mi caramelo, mi silencio vivo y oculto. Oráculo.
Maya de acero, maya de colores y la malla de tu máquina de agradecimientos.
Pulcritud de deseos obscenos no quitan que te quiera bien.
¡Colorinche tu cuello!
Lugar donde mis horas depositadas quedan una vez más.
Pasitos y rejas, y vidrios y agujas
Que en tus ojos no dejan de mirarme y otra vez me pregunto:
¿Qué es lo que desean ver?

18 de Octubre del 2007.-
Ana Ines Soruco Wynne and YO